Dice Rebecca Solnit* que la historia del caminar es una historia no escrita, secreta, cuyos fragmentos pueden hallarse no sólo en miles de párrafos nada destacados de algunos libros, sino también en canciones, en calles o en las vivencias de cada cual. Y yo agrego -y arriesgo-: también en las películas.
Caminar es, en concreto, poner un pie delante del otro. Pero trazar una historia del caminar supone identificar un abanico muy diverso de caminares y caminantes: De filósofos a poetas, de beatniks a crotos, de religiosxs a cineastas, de putas que yiran a migrantes que huyen. Todxs ellxs han trazado caminos que permanecen abiertos para nuevas travesías.