Sabemos que en la literatura los diarios se han constituido como un género en sí mismo. Generalmente se trata de diarios de escritorxs que han trascendido. No parece haber (o al menos yo no conozco) diarios de autores desconocidxs que salgan como primera obra. De cierta manera, lxs lectores de un diario están interesadxs por la figura detrás de él.
Lo interesante con los diarios fílmicos es que no ocupan ese rol de obra secundaria al interior de la filmografía de unx realizadorx. A partir de la década del 60, con la aparición de cámaras cada vez más livianas y económicas (16mm, 8mm, super8), empiezan a surgir películas más personales. Ni peliculas hogareñas ni cine documental, un formato híbrido que puede, entre otras formas conocidas, adoptar la estructura de un diario.